Los bancos se están enfocando en segmentos menos riesgosos. Si al primer trimestre de 2016, los créditos para la vivienda de menos de UF2.000 representaban el 40,11% de las colocaciones del segmento, la cifra cayó a 38,57% en un año.

La caída del costo de fondo junto a políticas comerciales más restrictivas, son los factores claves que aparecen en el horizonte a la hora de analizar las históricas caídas en las tasas para créditos hipotecarios. Si para abril estaban en mínimos de 13 años, para mayo siguieron perforando el piso, esto en medio de una economía desacelerada donde los bancos se están enfocando en segmentos menos riesgosos.

Según las últimas cifras del Banco Central, para el quinto mes las tasas promedio que los bancos entregan para financiar la compra de viviendas llegó a 3,36%, su menor nivel desde julio de 2004 (3,33%), quedando cerca de tocar el piso de 3,24% de mayo del mismo año, el menor nivel que el Instituto Rector registra en su base de datos.

Desde la Asociación de Bancos señalan que las tasas se encuentran en un piso histórico “como resultado de que el costo de financiamiento de largo plazo de los bancos se encuentra en niveles muy bajos. En este sentido, la banca ha traspasado a sus clientes las favorables condiciones financieras de largo plazo existente en los mercados internacionales y nacionales”.

El economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, comparte la visión de la ABIF respecto de los bajos niveles de fondeo a los que hoy acceden los bancos: “Uno de los factores que explica la baja en las tasas de interés de largo plazo, es la necesidad de mantener los estímulos monetarios actuales por un tiempo prolongado. Esto quiere decir, que más allá del nivel actual de Tasa de Política Monetaria (o nominal de corto plazo), se requerirá que estos niveles se mantengan por un tiempo largo”, destaca. Añade que la percepción de mayor debilidad de la economía también ha contribuido a ello.

Menor riesgo

En su último Informe de Estabilidad Financiera (IEF), el Banco Central señaló que las entidades han adecuado sus políticas para otorgar créditos a una razón de deuda respecto del valor de la vivienda (LTV por sus siglas en ingles) de 80% o menos, “esto en un contexto de una nueva normativa de provisiones hipotecarias y un escenario económico menos favorable”.

Así, el Instituto Rector apuntó que desde el último trimestre de 2015 se observa una caída en el número de operaciones hipotecarias bancarias, lo que se ha traducido en un ajuste en la dinámica del crédito del segmento que redujo su expansión de 10% real anual a cifras en torno a 6,5% en lo más reciente. Según el IEF, “en términos de montos, el menor dinamismo de esta deuda se ha dado principalmente en deudas de menor valor”.

De hecho, según cifras del Central el stock de colocaciones también muestra cambios en su composición. Si al primer trimestre de 2016, los créditos para la vivienda de menos de UF2.000 representaban el 40,11% de las colocaciones del segmento, la cifra cayó a 38,57% para el mismo período de este 2017.

En contraparte, los préstamos de entre UF2.000 y UF5.000 pasaron del 35,57% a 35,71%; aquellos de entre UF5.000 y UF10.000 subieron de 17,16% a 17,95%, y de más de UF10.000 llegaron a representar el 7,77% desde el 7,15% que significaban en los tres primeros meses del año pasado.

Para el analista de Fitch Abraham Martínez, el crecimiento en segmentos de menor riesgo viene de hace algunos años, luego de la introducción de nuevos techos para la TMC, el borrón de Dicom, entre otras variables. “Desde enero de 2016, además, entró en vigor el nuevo modelo estandarizado de provisiones para la cartera hipotecaria que aumentó los requerimientos de LTV y elevó las provisiones mínimas. Además de criterios más estrictos aplicados desde 2014 para salir de cartera deteriorada en todos los segmentos”, señala el experto.

Más allá del piso histórico, los analistas estiman que es poco probable que la tasa siga cayendo. Así al menos lo ve Moncado, quien comenta que “tras los niveles mínimos de hace un mes, no hay factores fundamentales que sigan contribuyendo a menores niveles de tasas largas” .

A estos niveles de tasa, asegura el economista, “es muy conveniente tomar deuda de largo plazo. Con ello, refinanciamientos o créditos hipotecarios toman un mayor atractivo”.

Fuente: Pulso.cl